
CASO: EXONERACION A GENOCIDA
LOS NOMBRES OLVIDADOS
En la creencia de que este espacio digital traspone el límite territorial mexicano y que ocasionalmente -al menos- es consultado por gente que está pendiente de los sucesos que se dan en México, nos interesa dar a saber algunas cuestiones aberrantes, lamentables y vergonzantes.
La historia parte del 2 de octubre de 1968
A finales del pasado mes de abril el Quinto Tribunal Colegiado en Materia Penal exoneró a quien millones de mexicanos consideran uno de los criminales más desalmados que haya existido en tierra mexicana: el enemigo público número dos; el expresidente de México: Luis Echeverría Alvarez, autor de la masacre de cientos de estudiantes universitarios y gente civil quienes tuvieron la desgracia de haber vivido en las unidades habitacionales (Tlaltelolco) donde se refugiaran muchos de los estudiantes y donde, obviamente, se encontraban familias completas quienes fueron ajusticiadas también por el ejército, “guardias Blancas” y los “Halcones”, todos bajo las órdenes de Luis Echeverría Alvarez que en ese 1968 fungía como el Secretario de Gobernación del entonces bocón presidente Gustavo Díaz Ordáz: el enemigo público número uno de México, quien aterrorizado de que fueran boicoteados los juegos olímpicos (de los cuales México fue sede en 1968) por los estudiantes (que entonces fueron calificados de “comunistas”) le ordenó a Echeverría el aniquilamiento de toda manifestación.
Y sí, Echeverría aniquiló a generosa parte del futuro de México.
Este comentario lo subtitulamos “Los Nombres Olvidados”
porque salvo el homenaje anual que los políticos mexicanos le hacen todavía a Díaz Ordáz, muchos de los que vivieron ese suceso, igual que “el bocón”, ya no existen.
En cuanto al vetusto Luis Echeverría, aun cuando todavía vive, ya no le importa a la generación contemporánea. De allí que su exoneración no haya causado ninguna reacción digna por parte del estudiantado universitario o de los organismos relacionados con la defensa a las agresiones y los derechos humanos.
Por último estamos incrédulos de que los mexicanos guarden en su memoria los nombres de José Guadalupe Luna Altamirano, juez que en el año 2007 declaró libre de cargos al genocida Luis Echeverría. Y los magistrados del Quinto Tribunal Colegiado que ratificaron esta exoneración definitiva que libera a Luis Echeverría del genocidio estudiantil: Rosa Guadalupe Malvina, María Eugenia Estela Martínez Cardiel y Manuel Bárcena Villanueva.
Sí. ¿Para qué? Sería un desperdicio si los guardara en la memoria. Es más y a final de cuentas: no sé si lo que aquí se ha plasmado, haya valido la pena ¿Usted que cree?